El procedimiento es en todo similar al del FIV, salvo el momento de la inseminación.

Los ovocitos son decumulados, es decir que se liberan de todas las células que hay a su alrededor y aquéllos que son maduros se llevan al microscopio, donde son microinyectados con un espermatozoide que alojamos dentro del ovocito ayudándonos con una micropipeta.

Una vez terminada la inyección espermática se conservan en el incubador hasta el día siguiente, en el cual observamos la fecundación de los ovocitos (17-20 horas). A las 24 horas de la fecundación se desarrolla la primera división y así sucesivamente hasta el día 3 o día 5 donde se procederá a la transferencia embrionaria (a partir de la fecundación el procedimiento sigue los mismos puntos que detallamos para la FIV).